Esta carta la escribí hace años, no me acuerdo a quién, pero decidí ponerla en el blog porque contiene varias poesías que para mí son importantes. Están en mi primer libro EN ALGUNOS INSTANTES.
Aquí te mando TAU, el poema sobre las Torres Gemelas en que habla un Dios vengador, y otros dos, PRIMER
MOVIMIENTO y PASADO, que tienen que ver con las consecuencias. El que va primero, APARECIDOS lo escribí luego de que fuimos al Estadio Nacional
cuando se colocó una placa recordatoria por los detenidos que allí hubieron,
uno de los cuales fue Alfredo. La
colocación de esta placa fue organizada por Carmen Luz Parot, que realizó un
documental excelente sobre el Estadio Nacional como centro de detención y
torturas. Respecto a Alfredo tenemos la
anécdota de que fue detenido el 18 de Septiembre (día de su cumpleaños) y ese
mismo día, nosotros, el resto de la familia, que vivíamos en la parte alta de
La Reina, con una excelente vista al Estadio que luego veríamos iluminado a
rabiar todas las noches, estábamos
afanados revisando la literatura que cubría todas las paredes de la casa, para
deshacernos de lo que pudiera resultar comprometedor.
Entre medio sale un lote de ejemplares antiguos de la revista ESTADIO, que
habían sido coleccionados por mi suegra en los tiempos que Alfredo era saltarín
y había sido campeón sudamericano de salto alto. En varias portadas aparecía y en una de ellas
estaba sentado en el medio del Estadio, muy buen mozo él, amarrándose las
zapatillas, con las graderías como telón de fondo. En medio de todas las angustias de la labor
en que estábamos, una de las hijas, pesca esa revista y dice “Y quién iba a
pensar que algún día el papito iba a tener que dormir en el Estadio!” Para qué decirte, fue carcajada general. Y no
estuvimos seguros de que realmente estaba en el Estadio hasta que después de un
par de semanas comenzaron a llamar diversas personas tarde en la noche, para
decir que Alfredo estaba bien y luego que continuaba bien.
Cariños.
PATRICIA SAMSING
APARECIDOS
Suspiran y sollozan las
paredes del recinto
aclamaron al ganador de salto
alto
la pista de cenizas contempla
a las multitudes
caídas bajo las patas de los
caballos Punto
negro
lanzamiento de bala, tiro al
blanco
se escucha la hora suprema
rondando por el velódromo
también dicen que la vieron
saliendo de la piscina.
mientras el sol no se apague
ni la luz de la luna o de las estrellas
Como flores cubrieron los
campos y las montañas los recibieron
surgieron en tierras baldías,
canales, bajo los puentes.
Los borrachos suspiran la
mirada perdida en basurales distantes
El vino nuevo está de luto, se está marchitando el
sarmiento
mientras no regresen las
nubes después del vendaval
A través del aire desteñido
manos alzan a la recién
nacida
frente a una ventana
manos que partieron, manos
que besaron
mientras el viento continúe
hojeando este libro
TAU
Señor concédeme la
comprensión
Tus dos pechos son como
cervatillos alzándose sobre
Manhattan
los atravesará mi lanza cada
uno a su vez
brotará el negro y el rojo
trayendo la destrucción
Con un sonido seco el
reloj va dando las horas.
Los ríos se estancarán y
caerán lluvias malditas
la peste recorrerá los caminos
Te he profanado con mi espada
y tu útero preñado de
ejércitos y fulminaciones
fue traspasado por el fuego de
la retribución
Paloma guerrera que has
llenado de mutilaciones al mundo
el árbol seco ya no será tu
refugio
ni siquiera habrá silencio en
las montañas y tampoco
soledad
el agua cesará de brotar entre
las rocas
y los cielos serán recorridos por relámpagos
estériles.
Si sólo pudieras sentir el
rumor del agua.
Sólo el agua.
PRIMER MOVIMIENTO
Se detiene el pájaro en su vuelo sobre el jardín,
no sube pero tampoco baja, no avanza, tampoco retrocede.
Con ímpetu arrollador vuelve a darse la vida.
Sentados en el café conversan durante horas
Baja la marea abrasadora perfilando nuevamente las
aristas, los escollos, remolinos, basurales que por siempre allí estuvieron.
Flota tenue el hedor de los escombros,
las esquirlas, los guiñapos
esparcidos.
El espíritu nuevo se está esfumando en los andenes
Silenciosos
escuchan un rumor de minifaldas y de burkas
secuelas dejadas en la carne por los lugares, los días y
las horas
Los girasoles van muriendo aferrados al otoño.
Llegará la redención, después el fuego.
PASADO
Entre los desfiladeros del
Paso de Khyber cruzan multitudes
sin un ojo varios, otros con
muletas,
suspiran algunos, pero pocas
veces,
muchos de ellos pálidos,
manos sucias, uñas rotas,
alguien sin cabeza.
Surge del verdor la risa
escondida de los niños.
Y su pelo mojado al salir de
la tina abrazando un ramo de azucenas.
Sobre pedregales se
arremolinan papeles y hombres
imágenes resquebrajadas
apilándose contra el atardecer
Se ha secado el mundo del
espíritu,
el mundo del sentido dejó de
funcionar,
El jinete coronado de laureles
se enfrenta a los otros con varas que brotan.
Llorando canta la alondra
perseguida por el mundo
con letra del año que se fue.
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