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martes, 29 de octubre de 2013

Budin de pan



Budín de Pan de una cierta elegancia

Esta receta nació de un error esta mañana en Tunquén.  Iba a necesitar pan remojado para otra receta y ya había puesto a remojar una marraqueta que tenía congelada en el freezer  en agua hirviendo para que se descongelara.  Fui en busca de los demás ingredientes y me encontré con la sorpresa que me faltaba el principal.  Ahí tenía un pan remojado sin destino.  En el medio de la nada, como se sabe, no se desperdicia nada.  Por lo que busqué una receta de Bread Pudding en mi libro de Delia Smith y tampoco tenía todos los ingredientes.  Decidí adaptar la receta a lo que tenía y resultó un Budín de Pan espectacular.  Aquí va.

BUDIN DE PAN (6 personas)

1 marraqueta o 6 torrejas de pan de molde
10 oz de agua para remojar la marraqueta  
2 cuch. soperas colmadas de leche en polvo
¼ taza crema
1 cuch sopera de cáscara de naranja picada
½ cuch. sopera de cáscara de limón picada
4 cuch. soperas  pasas
½ taza de azúcar
3 huevos batidos
1 cuch. té esencia vainilla
1 ½  cuch. sopera mantequilla
Con una parte de la mantequilla se cubre una fuente pyrex.

Se remoja el pan en el agua.  Se coloca el pan una vez blando en un colador para que estile y se guarda el agua.  En ella se mezcla la leche en polvo, luego la taza de crema.  Se añaden a esto los huevos batidos con el azúcar y la vainilla.  En la fuente enmantequillada  se coloca la mitad del pan estilado y desmenuzado  en una capa,  encima se espolvorea la mitad de las cáscaras picadas, la mitad de las pasas, y se reparte en trocitos la mitad de la mantequilla que quedó luego de enmantequillar la fuente, luego otra capa de pan y el resto de las cáscaras, pasas y mantequilla.  Encima se vierte la mezcla de leche.  Se coloca en horno precalentado a 175° por 45 minutos más o menos, o hasta que un cuchillo insertado al medio salga limpio.

jueves, 17 de octubre de 2013

UNO A UNO



UNO A UNO

Cucharas tintinean al fondo del pasillo.                     también vasos   
Se fueron retirando  de la gran mesa redonda
primero de nuestras vidas
después, uno a uno,                                                  de la vida misma

las palabras van cayendo al suelo,
rebotan, desaparecen
los recuerdos reverberan
difusos, inconsecuentes

soslayando y sin dar la cara nunca
avanza la pendenciera
aunque por suerte hipócrita
en lo reiterado

en la huerta                      bajo los árboles                    una ráfaga de viento agitó las ramas
desparramando su fragancia
caminamos por la inhóspita playa frente a las olas indomables
una detrás de la otra cada vez con mayor estruendo


en todas partes tragedias guardadas en cajas de cartón